Los HUMEDALES son ambientes en los cuales el agua juega un papel fundamental. Por ejemplo, en la Península Valdés, nos referimos a ellos como costas de playas y lagunas temporarias o permanentes.
Particularmente ciertas costas, son sitios de relevancia para las aves playeras migratorias, pues les ofrecen el alimento necesario en la cantidad y calidad que requieren para poder realizar sus extensos vuelos.
Según la Convención de los humedales de Importancia Internacional en Particular como Hábitat de Aves Acuáticas, o Convención Ramsar, los Humedales son: "extensiones de marismas, pantanos, turberas o aguas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluyendo las extensiones de aguas marinas cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros".
Debido a las tremendas distancias que recorren, los playeros hacen paradas de descanso y alimentación en muy pocos sitios: en todo el continente americano, no son más de una docena los exclusivos sitios donde hacen escala.
El hecho para que un sitio sirva como parada no es una circunstancia azarosa. Estos paradores, en realidad, son lugares muy especiales: son aquellos en los cuales hay una oferta de energía (alimento) en cantidad y calidad suficientes como para permitir a las exhaustas aves recuperar las energías perdidas y que le permitirán lograr con éxito su arribo a la siguiente escala. Los paradores, desde el punto de vista ecológico, son sitios tan extraordinarios como las aves que las visitan.
